NOTICIAS : EL DECLIVE DEL HOSPITAL ENFERMERA ISABEL ZENDAL
El Hospital Enfermera Isabel Zendal se vacía en primavera: 39 jornadas sin nuevos pacientes y un día con nueve
ingresados
La infraestructura estrella de la Comunidad, que ha
costado más de 150 millones, apenas tiene uso en los momentos valle de la
pandemia, como marzo, abril y mayo
Ni siquiera el ruido de las
chicharras altera el silencio que rodea al Hospital Enfermera Isabel Zendal:
construido a cambio de más de 150 millones de euros, y convertido en la infraestructura
estrella del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en lo peor de la pandemia, la
primavera y el inicio del verano lo descubren casi vacío. Entre principios de
marzo y finales de mayo hubo 39 jornadas sin ningún ingreso nuevo en este
centro de 80.000 metros cuadrados, según datos obtenidos por EL PAÍS en
aplicación de la ley de transparencia. En ese periodo de tiempo, hubo un día
con solo nueve hospitalizados (el 11 de abril) y 27 en los que no se alcanzó la
veintena. Datos que provocan las críticas de los sindicatos, que contextualizan
las dudas que provocó el proyecto en especialistas en planificación sanitaria,
y que explican que las largas avenidas que rodean el complejo luzcan a veces
vacías de coches, y llenas de ciclistas que aprovechan la falta de tráfico para
entrenarse. No abundan, en este momento, los pacientes.
“El número de pacientes hospitalizados ha variado en
función del riesgo de ingreso de cada ola de la pandemia y acorde también al
avance de la cobertura de inmunización de la población de la región frente al
virus”, argumentan, en una respuesta idéntica, tanto la Consejería
de Sanidad como el departamento de comunicación del hospital. “Desde el 1 de
enero hasta el 31 de mayo de 2022 el Hospital Enfermera Isabel Zendal ha
registrado un total de 1.048 ingresos. Durante el mes de enero, coincidiendo
con el fin de las Navidades y el inicio de la sexta ola, ingresaron en el
centro 849 pacientes”, explican. “El número de ingresos ha ido remitiendo
progresivamente desde entonces, una vez superada la fase aguda de la pandemia”,
admiten sobre una estadística que muestra un Zendal hibernado en marzo, cuando
solo hubo 23 ingresos nuevos en todo el mes, y que en mayo va recuperando la
actividad según sube la incidencia de la enfermedad (68 hospitalizaciones).
Díaz Ayuso inauguró la
infraestructura con todos los honores el 1 de diciembre de 2020: “Esto es un
hospital para toda España”, dijo. Eran tiempos de horror. Las
vacunas contra el coronavirus eran aún una quimera. El confinamiento, un recuerdo
reciente. Y las muertes por esta enfermedad, un terrible dato cotidiano. Desde
entonces, el hospital ha atendido a 10.122 pacientes, según un portavoz
gubernamental, lo que ha descargado al resto de centros y ha evitado tener que
construir una instalación de campaña, como en su día se hizo con IFEMA. Sin
embargo, entre el 1 de enero y el 31 de mayo, el Hospital Enfermera Isabel
Zendal apenas ha contabilizado 1.048
ingresos, una media de poco más de 200 al mes, lo que refleja un hándicap
de base: construido para adaptarse a la incidencia del coronavirus y aliviar la
presión asistencial del resto de centros, el hospital es casi un páramo cuando
la enfermedad queda contenida.
Sirva un ejemplo. En enero,
cuando la sexta ola golpeaba inmisericordemente España, colapsando los centros
de salud madrileños, llenos de colas de ciudadanos que buscaban un test en
plenas Navidades, llegó a haber 339 ingresados en el hospital. El último día de
mayo, apenas había 55 hospitalizados. De hecho, tras el pico de la sexta ola,
hubo jornadas en las que otros hospitales tuvieron más ingresados por
coronavirus que el Zendal: por ejemplo, La Paz, el Gregorio Marañón, el 12 de
Octubre o la Fundación Jiménez Díaz. Es decir, el hospital especializado en
pandemias no era el que tenía más pacientes afectados por la pandemia.
Mariano Martín-Maestro, portavoz
de CC OO, se lleva las manos a la cabeza con los datos de los escasos ingresos
en el Zendal de pacientes por covid. “Es escandaloso. Tiran recursos públicos para un hospital
que no tiene ningún sentido. Se han gastado más de 180 millones de euros cuando
podrían haber potenciado la red pública”, lamenta. “Lo que
tendrían que hacer es apoyar a los trabajadores, que tengan estabilidad y que
el hospital sirva de verdad de apoyo para los demás”.
Los sindicatos también critican
que el Hospital Enfermera Isabel Zendal no tenga personal propio, y que use a
profesionales de otros centros. A mediados de enero, cuando Madrid vivía un
momento crítico frente a la sexta ola del virus, había 833 trabajadores en el
centro. A finales de marzo, con la infraestructura transformada en un centro de
media estancia, ya sin unidades de cuidados intensivos, ni unidades de cuidados
respiratorios intermedios, ese número se había reducido a 228. El momento más
bajo llegó el 25 de abril: 158 profesionales trabajaron con solo 19 pacientes
ingresados y una única incorporación en el día.
Es el reflejo de que la
instalación funciona como un acordeón, que se estira y se encoge en función de
las necesidades, con sus picos de máxima tensión y sus valles de calma chicha,
en función de las olas del virus. Al mismo tiempo, eso también muestra que la
utilidad actual del Zendal está totalmente vinculada al coronavirus.
“Me parece bien abrir un debate sobre qué
vamos a hacer con el Zendal, que algo se va a hacer seguro. Pero todavía es un
poco prematuro”, advierte Eduardo Raboso, diputado del PP en la
Asamblea de Madrid. “Nadie nos garantiza que no haya una próxima ola, y que
además no sea inmune a las vacunas, por poner un ejemplo. Mientras la
Organización Mundial de la Salud no diga que esto se ha terminado, tenemos que
seguir en pie de guerra, y ser prudentes”, añade este médico, que
defiende el papel clave de una instalación “de élite” que “ha servido admirablemente al fin de dar
oxígeno” a la red hospitalaria madrileña en lo peor de la pandemia. “Por ahora no
se puede pensar en desmantelarlo. En el futuro, se reconfigurará a las
necesidades de Madrid”.
Opciones para el futuro
Entonces, ¿a qué se dedicará el Zendal una vez que la pandemia sea solo un mal recuerdo?.
Responder a esa pregunta llevó a Díaz Ayuso a adentrarse en
terrenos pantanosos durante largas semanas de 2021: planteó que fuera un centro
de rehabilitación, o que acogiera a los pacientes de La Paz afectados por las
obras de ese hospital. Ideas que reflejan el empeño de los gestores regionales
por buscar usos alternativos al actual para darle sentido a la inversión
millonaria en la infraestructura.
Así, en el secarral de Valdebebas
se han administrado 1,2 millones de vacunas. Aquí, aprovechando sus infinitos
almacenes y sus buenas conexiones viarias, se ha guardado, etiquetado y
organizado para su distribución toda la ayuda recibida por la Administración para
Ucrania. También se ha establecido el punto de atención para los refugiados de
este país que han huido de la invasión rusa, abriendo un nuevo choque con el
Gobierno de España. Y desde el 11 de abril opera la Unidad de Rehabilitación
Funcional No COVID, en el Pabellón 1, por la que han pasado 102 pacientes, de
los cuales cerca de 60 continúan siendo atendidos actualmente en este recurso
asistencial. Ese es su futuro, según la Administración: transformarse en un
centro de cuidados hospitalarios y albergar el centro coordinador del SUMMA 112
y el Laboratorio Regional de Salud Pública.
Mientras llega ese momento, y
tras atravesar la tormenta de lo peor de la pandemia, en la que llegó a tener
unos 700 pacientes ingresados, el Hospital Enfermera Isabel Zendal languidece
en busca de su futuro.
Enlace a la Noticia de El pais.com 21 de junio de 2022
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